martes, 28 de agosto de 2012

LOCATION, LOCATION, LOCATION


Una de las mejores lecciones que recibimos durante nuestro ejercicio profesional en el marketing de hidrocarburos tiene que ver con lo que llegamos a conocer como las tres reglas de oro para la ubicación exitosa de una Estación de Servicio: Location, Location, Location o, lo que es lo mismo, Localización, Localización, Localización.

Lo confirmamos en Londres, cuando asistimos al College of Petroleum and Energy Studies en Oxford. Corría el año 1995 y Petroperú S.A. se hallaba inmersa en desarrollar el proyecto Petroperú Comercial que nos hubiera permitido tener una participación importante en el mercado de detalle, más allá de conseguir intermediarios sin mayor aporte a la cadena de valor, estudiando incluso la independización administrativa del aparato comercial con auto sostenimiento económico, evaluándose la posibilidad económica de contar con una cadena propia de Estaciones de Servicio, con imagen de marca propia, arquitectura propia y aprovechando el expertise de sus profesionales comerciales forjados en mercados de competencia como eran la venta de lubricantes, las ventas de combustibles en Estaciones propias, las ventas de asfaltos en competencia internacional, la venta de combustibles de aviación internacional, etc.

No hubo, como no la hay hasta ahora, opinión internacional que no ratificara en Oxford que la localización era el punto más importante del negocio. Nosotros agregamos que, si una Estación de Servicio está bien ubicada, dicha ubicación también es óptima para cualquier otro negocio. Vimos el alto estándar de los convenience stores e igualmente se diseñaron para ser parte del proyecto nacional. Los años demostraron que en efecto estas tiendas de conveniencia, por su localización, eran básicas para la creación de la imagen de marca y para generar ingresos que, en algunos casos, eran incluso superiores a los derivados de la venta de combustibles.

Repetir 3 veces Location tiene que ver con la reiteración de la importancia de este aspecto, para no olvidarla o quizá también para señalar que hay tres tipos de localizaciones como ser excelentes, mediocres o asquerosas (lausy) (1) .

Quienes habían olvidado esta lección diseñaron y construyeron la única Estación de Servicio construida por la petrolera estatal, oculta entre las ramas de los árboles de la Avda. Venezuela, sin facilidades de ingreso, lejos de paraderos finales, con concesionarios que eran a la vez despachadores de madrugada y playas que servían de cochera pues no se lograba el ingreso de clientes.

En otro momento de la historia surgió la “brillante” idea de cambiar de sede de Petroperú S.A., abandonando el edificio central en San Isidro a fin de llevar todas las oficinas a Bayovar, “para estar más cerca de la zona productora y no en el mercado de Lima donde no se producía nada”. Felizmente esta iniciativa que olvidaba que el principal mercado se encontraba en Lima/Callao no se llevó adelante.

Tengo a la mano el “Manual de Proyectos de Desarrollo Económico” publicado por la Naciones Unidas el año 1958 y que acompañó nuestra formación profesional, como la de muchos otros economistas. En su Capítulo IV.II.1. señala que “La localización más adecuada para una nueva unidad productora debe orientarse hacia los mismos objetivos que el tamaño óptimo, esto es hacia la obtención de la máxima tasa de ganancia, si se trata del inversionista privado, y hacia la obtención del costo unitario mínimo, si se considera el problema desde el punto de vista social”. Más de 50 años de esta edición y los principios son los mismos.

Todo esto a colación de las explicaciones que dan a la opinión pública las autoridades del Ministerio de Energía y Minas a través de sus notas de prensa para justificar la decisión de construir un ducto para llevar un aún inexistente Etano de Pisco al sur del país. 

Criterios oficiales publicados en estas notas de prensa como “La decisión es descentralizar la industrialización de Lima y traerla al sur ya está tomada”, “Permitirá el desarrollo de un polo petroquímico, descentralizando la industrialización en beneficio de esa macroregión”, “existe la decisión política del Gobierno del Presidente Ollanta Humala de descentralizar la actividad industrial del gas natural y priorizar su desarrollo en el sur del país” o “Es propósito del Gobierno central descentralizar el acceso al gas de Camisea y no solo destinarlo para actividades industriales o a la generación eléctrica en Lima o Pisco” “decisión política de sacar adelante un proyecto de polo petroquímico en el sur del país” “Ya hay proyectos petroquímicos en marcha en Pisco y se corre el riesgo de concentrar allí toda esa actividad” o la increíble “Todas las plantas no pueden estar acá (en Pisco), tenemos que llevarlas a otros sitios” son contrarias a cualquier evaluación profesional económica o social. Una cosa es la  justa aspiración presidencial y de los hermanos del sur y las instrucciones dadas a los Ministerios, pero otra cosa es proponer, sin evaluación de por medio, ingentes inversiones que corren el riesgo de volverse elefantes blancos.


(1) Location, Location, Location - What Does Location, Location, Location Mean?           http://homebuying.about.com/od/marketfactstrends/qt/013008_location.htm



sábado, 25 de agosto de 2012

GNV: El otro gran olvidado del gobierno de la Gran Transformación


Un gran ausente en el mensaje presidencial del 28 de julio pasado fue el Gas Natural Vehicular (GNV). No se le mencionó en ningún momento del discurso. Caso contrario a lo ocurrido el año pasado cuando en su mensaje a la Nación, al asumir el gobierno el Comandante Ollanta Humala se había comprometido a que “Masificaremos el uso del GNV como combustible barato y accesible a todos”. Tres promesas subyacían bajo esta declaración: masificar, barato y accesible.

Como en muchas otras promesas de este gobierno, no se dijo cómo, cuándo ni dónde; simples declaraciones sin sustento técnico. Sin embargo la lógica política, la presión popular y la lógica económica exigen soluciones no sólo de larguísimos plazos y millonarias inversiones, sino de acciones sencillas y de ejecución inmediata. Y ya que se han comprometido con el GNV, dejando de lado la promoción del GLP automotor (que es más rápida y menos onerosa), para insistir con el GNV, pues entonces que hagan algo en el corto plazo; pero nada de eso sucede.

Un año después de esta promesa, ya no electoral, sino desde una plena asunción gubernamental, con profesionales asesores que supuestamente conocen del tema, no se ha visto ninguna medida promocional del gobierno que acompañe la iniciativa privada y estimule la inversión. 

Para muestra, un botón.

¿Creen ustedes que existirá incentivo para la inversión en nuevos gasocentros, cuando éstos atienden 11.5% menos vehículos promedio anual en el último quinquenio? Mientras que el parque automotor peruano se viene renovando a ritmos que son un boom vehicular (24.2% más el año 2011), no hay ninguna promoción significativa para orientar estas importaciones hacia combustibles ecológicos.

Y es que, si de GNV se trata, pues de lo que debemos ocuparnos es de la inversión acumulada en los puntos de venta que debe ser tenida en cuenta y del diseño de medidas para incrementar el número de vehículos demandantes. Si no aumenta el número de vehículos demandantes, pues no habrá forma de llegar a una masificación.
Está demostrado que la demanda de este combustible, por su bajísimo precio al automovilista, es inelástica al precio, es decir que su elevación o baja ocasionan variaciones volumétricas insignificantes. Más aún cuando tenemos en cuenta a los taxistas (50% del parque de taxis operan con GNV), empiezan a recibir mayores ingresos al cancelar sus préstamos para adquisición de vehículos nuevos. Esto quiere decir que no es el precio al automovilista lo que finalmente va a hacer que cobre más importancia el GNV en la matriz energética. 

Políticas como la de exonerar del IGV la importación de vehículos nuevos a GNV, o la devolución de los impuestos pagados y un tratamiento igualmente promocional a los servicios de conversión y sus kits, o la conversión obligatoria del parque automotor estatal o la ampliación de los bonos de chatarreo para los vehículos menores tanto de servicio público como particular son las que no se han aplicado todavía y la situación puede volverse aún más complicada de imperar como se viene percibiendo el desaliento comercial.

El gobierno se ha dedicado a promulgar leyes a favor del desarrollo de la industria del gas natural, las mismas que, en el caso de la comercialización del GNV son inexistentes, pues se circunscriben a la exploración, producción y transporte del gas natural pero que no tocan en absoluto el aspecto comercial de la misma. Esta es una omisión injusta, pues sin gestionarse la adquisición promocional de vehículos a GNV o su conversión no se tendrán mayores avances. No olvidemos que los proyectos de ductos y plantas para GNV requieren de la inversión privada para construir los puntos de venta y ésta no se dará si es que el número de vehículos usuarios no se incrementa sustantivamente. Lograr esta promoción no requiere de leyes especiales sino de una simpe consecuencia técnica de los funcionarios con la promesa presidencial

miércoles, 22 de agosto de 2012

El Estado soy yo y la lechera


El gobierno, a través de la Nota de Prensa N°380-12 del Ministerio de Energía y Minas[1], comunicó que “El Estado tiene derecho a decidir cómo es que va a manejar la industrialización y el desarrollo del país”.
Llamo a reflexión a fin de desterrar de nuestra administración pública pensamientos de este tipo, al más puro estilo del máximo representante del absolutismo monárquico, el rey Luis XIV de Francia, llamado también “El Rey Sol” o “Luis el Grande” a quien se le atribuye, no sin cierta imprecisión cronológica, el ser el autor de la  célebre frase «L'État, c'est moi» («El Estado soy yo»)
En primer lugar es bueno, como decimos entre peruanos, “aterrizar”; diferenciar que la crítica técnica al “etanoducto”, no es al Estado peruano que es soberano, independiente  y permanente, sino a su gobierno que no puede ser arbitrario, pues es temporal y dependiente de la decisión ciudadana.
Las Políticas de Estado en el Perú se debaten y aprueban en espacios como el Acuerdo Nacional, cuyos acuerdos por lo demás se comprometió a cumplir el entonces candidato y hoy Presidente de la República Comandante Ollanta Humala.
Por si no recordamos bien, la 17ª Política de Estado reafirma nuestra Constitución vigente en lo referente al compromiso de sostener la política económica del país sobre los principios de la economía social de mercado que incorpora al papel insustituible del Estado el ser “responsable, promotor, regulador, transparente y subsidiario” y que “promoverá la competitividad del país, el planeamiento estratégico concertado y las políticas de desarrollo sectorial en los niveles nacional, regional y local”. Bueno, la propuesta no es transparente, parece irresponsable, no cumple un rol regulador, no es concertada y mucho menos es subsidiaria.
¿Saben cuál es la justificación beneficio/costo del proyecto de Ley N°1396/2012-PE presentado por la Presidencia de la República al Congreso el 10-08-2012 con el título de “Ley que afianza la seguridad energética y promueve el desarrollo del Polo Petroquímico en el sur del país”?
Aunque parezca increíble; sólo 38 palabras, todo un record Guinness para una propuesta legislativa que se solicita al Congreso tenga carácter de URGENTE  y que, entre otras cosas propone en su Art. 6° declarar “de interés nacional la construcción del ducto de Etano desde una Planta de Separación de la Costa hacia el sur del país”. Esto cuando aún no es propietario del Etano, y menos aún cuenta con la Planta de Separación y sin lugar definido de destino en el sur. ¿Recuerdan la fábula de Félix María Samaniego sobre la lechera?
En adición, la propuesta legislativa señala en su Art. 7° que PETROPERU S.A. debe solicitar el otorgamiento en concesión del citado etanoducto e iniciar, en un plazo no mayor de 30 días hábiles, los procedimientos administrativos tendientes a la aprobación del estudio de impacto ambiental del proyecto. Igualmente se incrementa el capital de PETROPERU S.A. en forma temporal (15 años) por 400 millones de USD con ingresos provenientes de endeudamiento interno (dinero de todos los peruanos), exclusivamente para el proyecto en comentario.
Este andamiaje legislativo nada transparente, no creo que sea idea del Estado peruano sino de los funcionarios de su gobierno que lo lanza, así de URGENTE, sin haberlo puesto a debate serio, siguiendo una mala costumbre de declarar con ley todo de urgencia, sin que el legislador tenga tiempo para documentarse y debatir la propuesta y cuando la misma no tiene, como he señalado, ningún sustento técnico económico.




La lechera
Llevaba en la cabeza
Una Lechera el cántaro al mercado 

con aquella presteza,

Aquel aire sencillo, aquel agrado,

Que va diciendo a todo el que lo advierte

«¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!»
Porque no apetecía
Más compañía que su pensamiento,
Que alegre la ofrecía
Inocentes ideas de contento,
Marchaba sola la feliz Lechera,
Y decía entre sí de esta manera:
«Esta leche vendida,
En limpio me dará tanto dinero,
Y con esta partida
Un canasto de huevos comprar quiero,
Para sacar cien pollos, que al estío
Me rodeen cantando el pío, pío.
Del importe logrado
De tanto pollo mercaré un cochino;
Con bellota, salvado,
Berza, castaña engordará sin tino,
Tanto, que puede ser que yo consiga
Ver cómo se le arrastra la barriga.
Llevarélo al mercado,
Sacaré de él sin duda buen dinero;
Compraré de contado
Una robusta vaca y un ternero,
Que salte y corra toda la campaña,
Hasta el monte cercano a la cabaña.»
Con este pensamiento
Enajenada, brinca de manera,
Que a su salto violento
El cántaro cayó. ¡Pobre Lechera!
¡Qué compasión! Adiós leche, dinero,
Huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría
No sea que saltando de contento,
Al contemplar dichosa tu mudanza,
Quiebre su cantando la esperanza.
No seas ambiciosa
De mejor o más próspera fortuna,
Que vivirás ansiosa
Sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro;
Mira que ni el presente está seguro.

Félix María Samaniego
España, 1745 - 1801

miércoles, 15 de agosto de 2012

El Etano boliviano



Nuestro Ministro de Energía y Minas, supuestamente mal asesorado pues él no tiene porque saberlo todo, señaló que “…el gas de Camisea tiene un alto contenido de etano, casi el 10% comparado con otro gas como el boliviano que sólo tiene el 2%...”[1]; esto a raíz de justificar el increíble proyecto peruano de separación del Etano del Gas Natural en Humay y construir un ducto para llevarlo más al sur, a Ilo/Matarani incorporando de paso a Petroperú S.A. para que se encargue del trabajo duro de tomar la concesión y hacer aprobar el Estudio de Impacto Ambiental, sin que se sepa a ciencia cierta ¿qué va a ganar la empresa estatal y en qué nos beneficia a los peruanos?

En Bolivia [2], para contradecir lo manifestado oficialmente por el Sr. Ministro de Energía y Minas, el Ministerio de Hidrocarburos y Energía presenta un artículo que destaca las ventajas de la industrialización del gas natural considerándola una “oportunidad millonaria”.

Dice el comentario oficial boliviano que el gas de su país “Tiene un 6.12% de Etano” y que “Generalmente la industria, para transformar el gas y convertirlo en productos plásticos requiere solamente el 5% lo que pone a Bolivia, en ventaja frente a la industrialización de ésos productos”.
La diferencia entre 2% y 6.12% de presencia de Etano en el Gas Natural es enorme, lo suficientemente enorme como para que no podamos admitir semejante comparación si no se nos da sustento técnico a las afirmaciones, pues si se parte de una información tan errada ¿qué se puede esperar del resto del mensaje que no sea algunos errores adicionales?; y tendríamos que creerle a los hermanos bolivianos dueños de su Gas Natural más que a nuestro representante.

Peor aún, hoy mismo en la página Web del organismo gubernamental OSINERGMIN, se publica el siguiente cuadro en que el contenido de Etano aparece como siendo de apenas 2.14% [3]. Si esto no es correcto ¿qué hace en dicha página?
Composición del Gas Natural de Camisea

Añade el ente oficial boliviano, a través de su Dirección de Refinación e Industrialización, que su gas “tiene características con valor agregado diferente a los de algunos yacimientos de gas en el mundo”. Pero igualmente destaca que su gas natural no contiene azufre por lo que no necesita de un proceso de desulfurización que abarata los costos de producción entre un 10 a 15%.

jueves, 2 de agosto de 2012

Ni una gota de GLP en el mensaje del Presidente


Muy al contrario de la bulliciosa oferta de campaña electoral de que lograría que se venda a 12 Nuevos Soles el balón de 10 Kgs de GLP en el Perú, así como del mensaje del 28 de julio de 2011, en esta ocasión el discurso de nuestro Presidente Ollanta Humala, un año después de asumir la presidencia, no incluyó ni una sola vez las siglas GLP (Gas Licuado de Petróleo), dentro de las casi doce mil palabras de que estuvo compuesto.

Hace un año, en un mensaje más concreto, equivalente en palabras a un 35% del último, había ofrecido, inmerso en el aplauso popular y de sus técnicos, sin dejar lugar a dudas que se trataba del Gas Licuado de Petróleo:

Con la garantía de cumplir con la legislación vigente que establece la obligatoriedad del abastecimiento del mercado interno, implementaremos acciones para que se reduzca significativamente el precio del balón de GLP, lo que repercutirá favorablemente en la economía de la mayoría de la población peruana, sin introducir distorsiones en el mercado, ni fomentar el contrabando”

Por supuesto que nada tenía que ver el GLP peruano con la supuesta “garantía de cumplir con la legislación vigente” y menos aún con la “obligatoriedad del abastecimiento del mercado interno”; pero así le redactaron el mensaje, con un enredo terrible. Peor aún cuando dijo en su mensaje que la reducción de precios del GLP no fomentaría el contrabando. Por si no se recuerda, el equivalente a un balón de 10 Kgs de GLP se comercializa en Ecuador a 1.07 USD [1] y en Bolivia en 3.15 USD[2], por lo que ¿qué tenía que hacer esto cuando su oferta de GLP a 12 Nuevos Soles equivalía a 4.38 USD, precio por encima del vigente en Ecuador y Bolivia? ¿De qué contrabando hablaba si en el Perú se vendería más caro aún si se cumpliera su ofrecimiento?

En julio de 2011, al asumir la presidencia Ollanta Humala, el balón de 10 Kgs de GLP se comercializaba en Lima en un equivalente a 13.02 USD y recibía un subsidio a través del Fondo de Estabilización de Precios (FEP), equivalente a 2.30 USD.

Hoy en día, a un año del gobierno del Presidente Ollanta el balón de 10 Kgs de GLP se comercializa en Lima en un promedio de 13.51 USD[3] y ya no recibe subsidio; muy por el contrario; ¡increíblemente!; aporta al Fisco el equivalente a 1.06 USD por el FEP; además como cereza que decora la torta, se ha creado un nuevo impuesto (FISE) por el que cada balón de 10 Kgs de GLP es afectado con 0.14 USD[4]. En resumen un sobre costo de 1.30 USD/Balón incluido IGV.

¿Dónde quedó entonces la promesa presidencial de “reducir significativamente el precio del balón de GLP” y que esta reducción sería para la “mayoría de la población peruana”?

Al parecer los asesores de nuestro Presidente creen que somos desmemoriados, primero manejando las palabras para decir que nuestro Presidente se había referido al gas natural y no al GLP y terminar finalmente desacreditando la palabra del primer mandatario. Veamos como, por ejemplo, se insiste en pretender marearnos cuando durante el último mensaje a la Nación y para mayor confusión colocan en el mensaje la palabra “gas” para referirse al GLP diciendo:

“Hemos iniciado la implementación del Fondo de Inclusión Social Energético – FISE, a través del cual se vienen entregando vales de descuento por S/. 16 por balón de gas para los más pobres del país”

¿Cómo se maduró y plasmó en un mensaje a la Nación un trueque tan mayúsculo en el programa presidencial pasando del ofrecimiento de “reducir significativamente el precio” por “otorgar vales de descuento”?; como en muchos otros pasajes de su discurso, ninguna explicación, ninguna disculpa sobre el incumplimiento de vender a 12 Nuevos Soles balón (4.38 USD) lo cual lo colocaría en un nivel distinto que el que forzadamente lleva a cuestas. ¿Cómo pasó de "la mayoría de la población peruana" a "los más pobres del país", que no es lo mismo.

En una comparación, que en ocasiones para algunos resulta odiosa, en la capital de Chile el precio del GLP el último año ha bajado 18.0%, casi 4 USD; mientras que en Lima ha subido 3.7% en USD. Hace un año en el Perú, productor y exportador de GLP se comercializaba el GLP a 9.20 USD más barato que en Santiago de Chile (41.4% más barato), que importa la mayoría de su demanda; en julio 2012 este menor costo se ha reducido notoriamente a 4.72 USD ó 25.9% más barato.

¿Cómo entender esta extraña matemática?

Por efecto de los manejos burocráticos del precio del GLP, que esperamos acaben pronto, pagamos al Estado actualmente un sobreprecio sobre la paridad de exportación de 1.30 USD/balón todos los usuarios a nivel nacional (incluidos los que recibirán el vale de descuento de 6.09 USD).

Finalmente, preocupa que nuestro Presidente diga que se beneficiarán “los más pobres del país”. Estos son, qué duda cabe, los que viven en extrema pobreza con menos de 54 USD mensuales y que no usan GLP para cocinar y a quienes, recibir un descuento de 6.09 USD no les va a servir más que para su reventa malbaratada.

Aún más; el 47% de los hogares en pobreza extrema carecen de luz eléctrica [5] ¿Cómo así entonces el vale de descuento se va a otorgar a través del recibo por el pago del servicio de electricidad?

Completamente desubicado y con el sesgo que esto se convierta en una mala costumbre de dar anuncios sin sustento y sin logros verificables.




[1] El precio oficial es de 1.60 USD el balón de 15 Kgs.
[2] El precio oficial subsidiado es de 22.50 Bolivianos por balón de 10 Kgs.
[3] Fuente: INEI – Precio promedio julio 2012
[4] La “Hoja de Ruta” del gobierno nacionalista señaló que no se crearían nuevos impuestos. Al FISE se tributa con 1 USD/Barril transportado por el gasoducto